BBVA Research pronostica una desaceleración de la economía española, pero apunta que los salarios crecerán más que la inflación

El PIB avanzará un 2,5% en 2025, impulsado por el turismo, la construcción y los salarios, aunque la incertidumbre global y los retos de productividad limitan el ritmo de crecimiento

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El crecimiento de la economía española estará marcado en los próximos años por una tendencia a la desaceleración, pero aun así logrará mantener unas cifras sólidas de expansión en un escenario de incertidumbre, según el último informe de BBVA Research. El PIB de España registrará en 2025 un avance del 2,5%, que se reducirá hasta el 1,7% en 2026, en línea con la tendencia general a medio plazo, pero lejos del impulso del 3,2% registrado en 2024. En comparación trimestral, se espera que el crecimiento se mantenga estable al mismo nivel que en los primeros tres meses de 2025 (+0,6%) entre marzo y junio.

El servicio de análisis económico del banco vasco señala a una caída en la aportación de la demanda interna, empujada a la baja por una menor contribución del consumo tanto público como privado, para justificar la corrección de tres décimas en su estimación de crecimiento para el presente año, así como el recorte de una décima en la tasa esperada para el siguiente.

Turismo y construcción apuntalan el crecimiento

En el lado opuesto del balance, el economista Rafael Domenech ha destacado que el sector turístico y la exportación de servicios prevalecen como los principales motores del crecimiento durante la presentación del informe. Aun así, desde BBVA Research advierten de una ligera disminución en su contribución al avance del PIB, observable a través de tasas interanuales de variación positivas pero más moderadas en estadísticas como las llegadas de viajeros extranjeros, que aumentaron un 1,9% hasta abril frente al 7,5% del conjunto de 2024, o el consumo de los viajeros (+7,8% frente al 11,8% del año anterior).

Imagen de archivo de unas
Imagen de archivo de unas medidas. (EUROPA PRESS)

Las políticas de impulso en vivienda parecen haber tenido un efecto positivo en la inversión sobre construcción, que proyecta un aumento del 4,1% este año y del 6,8% el siguiente, marcando una sólida senda alcista. La fuerte demanda de inmuebles y la escalada de precios han actuado como incentivos para la atracción de inversión a este sector, que cobra protagonismo dentro de la aportación de la demanda interna al crecimiento del PIB, aunque las dificultades para el acceso a la vivienda podrían frenar su avance por el lado del consumo. Destaca también la expansión de la actividad de inversión en maquinaria y equipo, cuyo crecimiento interanual se situará en el entorno del 8% en el segundo trimestre de 2025 frente al 6,8% en el que cerró el pasado año.

Los salarios crecerán más que la inflación

El informe señala que proyecta que la inflación se estabilice en torno al 2% en 2025 y 2026, una moderación en comparación con el fuerte ritmo creciente seguido anteriormente por los precios. Este escenario de suavización abre las puertas a una relajación de la política monetaria, con la previsión de recortes de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en el horizonte.

Además, se espera que los salarios aumenten a un ritmo superior al de la inflación, aliviando la presión sobre los hogares con una mejora del poder adquisitivo. Esta tendencia tendrá un impacto positivo en el consumo privado, pilar fundamental para la actividad económica, aunque desde BBVA Research subrayan que las familias continuarán enfrentándose a un entorno de precios elevados y que las tasas de ahorro seguirán situándose por encima de la media.

Fortaleza en el mercado laboral

La previsión de la tasa de paro para 2025 se ha elevado dos décimas hasta el 10,6%, mientras en 2026 se colocaría en el 10,3% desde el 10% estimado en el primer trimestre, pero mantendrá una tendencia decreciente. El crecimiento del empleo también experimentará una pequeña desaceleración, marcando un 2,3% en 2025 y un 1,8% en 2026. Además, el mercado laboral español se enfrenta a retos como una elevada tasa de pérdida de empleo y dificultades en cuanto a movilidad laboral.

Von der Leyen: los nuevos aranceles de EEUU son "un duro golpe para la economía mundial".

Sin embargo, también se destaca que la productividad es uno de los retos clave para la economía española. Aunque se ha observado una recuperación de esta métrica en los años posteriores a la pandemia, ha sido más débil de lo esperado en 2024, y se prevé que en 2025 y 2026 los avances continúen siendo bajos. La productividad por persona ocupada podría seguir sin mostrar mejoras significativas, lo que representa un obstáculo para un crecimiento económico sostenido.

Retos frente a un escenario global de incertidumbre

La incertidumbre política y económica global ha aumentado desde el anuncio de Estados Unidos de un posible aumento generalizado de los aranceles a las importaciones a su país, aunque tanto China como la Eurozona han logrado mantener a flote sus perspectivas de crecimiento, mientras las proyecciones del PIB y la inflación en EEUU han sido las más afectadas. Ante esta situación, se prevé que la Reserva Federal no acometa rebajas de tipos durante este año.

Por otro lado, la apreciación del euro frente al dólar podría afectar negativamente las exportaciones de bienes, con una posible caída del 2,0% en 2025 y 2026. Sin embargo, la caída de los precios del petróleo y el gas, con una previsión de reducción del 10,3% en 2025, ayudará a mitigar estos efectos. La política económica expansiva de la Unión Europea, con aumentos del gasto en defensa y la activación de una cláusula de salvaguardia que permitirá a los países elevar su gasto público sin sanciones, podría impulsar la demanda interna y contribuir positivamente al crecimiento económico.